Dentro de todos los contenidos que se trabajan en nuestro colegio, los referidos al área de Música cobra un especial significado ya que ésta es un potente generador de estímulos. La música de por sí ya es un gran estímulo que debemos aprovechar para motivar al alumno/a a cualquier tipo de actividad.
Una de las principales posibilidades que nos ofrece la Música a este nivel
es la comunicación. Un entorno sonoro estructurado y adaptado va a permitir, dentro de lo que consideramos como contexto no-verbal,
posibilitar un canal de apertura, de acercamiento al alumno/a.
En el cole, la profe de Música, Almudena, trata con cada sesión de interaccionar con el alumno/a, de forma que éste no sea mero receptor de estímulos, sino que experimente, sienta y exteriorice lo aprendido. El punto de partida para ello va a ser el
sonido. El sonido se puede oír o escuchar. La atención prestada a los sonidos
marca la diferencia entre el mero oír (pasivo) y el escuchar (activo).
Además, Almudena utiliza el juego como
medio para su realización. Jugar equivale a divertirse, lo cual va a proporcionar
en el niño/ una mayor capacidad receptiva.
Aunque en post posteriores os explicaremos más actividades de las que nuestra profe musical realiza con los chicos/as, aquí tenéis un ejemplo de reconocimiento del sonido que han trabajado hoy mismo en clase de Música.
Además, nos gustaría felicitar a Almudena por la gran labor que realiza cada día y que se refleja, no sólo en los aprendizajes adquiridos por los alumnos/as, sino también en las sonrisas que aparecen sus caras en cuanto escuchan "¡Toca Música!"