lunes, 7 de enero de 2013

JARDINEROS POR UN DÍA













Trabajar con sustancias tan atractivas para un niño como  la tierra, semillas, bulbos, abono,... resulta muy interesante dentro del aula, ya que son múltiples los beneficios aportados de cara a nuestros chicos y chicas.
En primer lugar, es placentero y motivador; seguro que todos recordais algún momento de vuestra niñez en el que el contacto con algún jardín, huerto, o en el campo con nuestros padres o abuelos, os hacía disfrutar de lo lindo. Pues es éste el principal objetivo que perseguimos con esta actividad, el disfrute de los alumnos, un rato agradable por encima de todo: aprendemos y nos divertimos.





Por otro lado, y derivado de lo mencionado anteriormente, estamos jugando, y no un juego cualquiera, estamos jugando a ser mayores, estamos jugando a ser, en este caso, jardineros, es decir, lo que llamamos juego simbólico, muy importante en todo el proceso de desarrollo de cualquier niño/a.





El trabajo con la tierra, adicionalmente, nos ofrece una gran oportunidad de trabajo manipulativo, de cara a desarrollar objetivos relacionados con la motricidad, tanto fina como gruesa, al ejecutar distintos movimientos en diferentes tareas como puedan ser el escoger las semillas o bulbos, siembra de las mismas, riego,...
Además, se genera en los chicos un sentimiento de responsabilidad hacia un ser vivo, debiendo proporcionar cuidados para que la planta asignada a cada  uno crezca. Observar día a día como una semilla se transforma en planta es algo, que para nuestros alumnos/as es muy satisfactorio.




 
Se trabajan también aspectos relacionados con los sentidos de forma global, el tacto y olor de la tierra, de las diferentes semillas; el color y las formas de los distintos elementos y herramientas que utilizamos,... y otros, son ejemplos de que esta actividad contribuye a la estimulación sensorial.
Es también, una tarea muy relajante, que mejora el estado de ánimo y nos sirve de ayuda en aspectos tales como la estimulación de la memoria, la capacidad de concentración y atención,...





Mencionar por último, que al realizar esta actividad dentro del aula, se contribuye de forma muy directa, a aumentar el conocimiento y la interacción con el resto de los compañeros/as, la afectividad, la autoestima, el sentimiento de logro, el gusto por la participación y el trabajo en grupo, objetivos, todos ellos, de suma importancia en la infancia.



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