En otros post ya hemos hablado de la importancia del juego simbólico en las etapas tempranas del desarrollo; cobra especial relevancia en las edades en las que se encuentran los chicos y chicas de nuestro aula. Gracias al juego simbólico el niño/a recrea el mundo de los adultos y expresan a través del mismo todo lo que les sucede dentro de su entorno más próximo.
Jugar a ser "mayores" es para ellos una forma de aprender que va a repercutir en todos los ámbitos de su desarrollo (cognitivo, afectivo, social, sensorial,...), y por otro lado y muy importante para nosotros, lo hacen divirtiéndose, lo que conlleva una mayor motivación y hace que interioricen mejor aquellos aspectos que queremos transmitirles.
En este caso, queríamos trabajar los objetos de una parte de la casa, el cuarto de baño, y para qué sirve y empleamos cada uno de ellos. Escogimos el juego con muñecos simulando que eran los bebés de los chicos/as, convirtiéndose así en papás y mamás por un día.
Lo primero que hicimos fue conocer cada uno a nuestro bebé y acariciarlo, mimarlo, cantarle una nana, para después pasar a su aseo con los objetos que se requería para ello.
Los chicos/as participaron en la actividad con mucho entusiasmo y todos, alumnos/as y adultos, pudimos pasar unos momentos muy amenos y provechosos.
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