miércoles, 15 de octubre de 2014

LO TENGO, NO LO TENGO

Motivación: la palabra motivación es resultado de la combinación de los vocablos latinos motus (traducido como “movido”) y motio (que significa “movimiento”). A juzgar por el sentido que se le atribuye al concepto desde el campo de la psicología y de la filosofía, una motivación se basa en aquellas cosas que impulsan  a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones y a mantener firme su conducta hasta lograr cumplir todos los objetivos planteados. La noción, además, está asociada a la voluntad y al interés. En otras palabras, puede definirse a la motivación como la voluntad que estimula a hacer un esfuerzo con el propósito de alcanzar ciertas metas.


Aunque no es habitual comenzar un post con una definición de diccionario, en esta ocasión hemos querido enfocar muy claramente el contenido del mismo hacia esta palabra, su significado y concepto, y la importancia que tiene en el desarrollo de nuestro trabajo en el aula.
    
En clase son muchas las ocasiones en las que podemos observar y "experimentar" qué motiva a nuestros/as alumnos/as, cómo es esa motivación, por qué y cuándo se produce,...y en muchos de estos momentos dichas motivaciones coinciden con las de cualquier otro niño/a, desean las mismas recompensas por un trabajo bien hecho o un comportamiento adecuado.
Así una recompensa positiva como pueda ser un halago o una sonrisa de aprobación, en la mayoría de los casos nos basta para que nuestros/as chicos/as trabajen con esmero y esfuerzo para conseguir metas que les proponemos día tras día.

Pero en otros momentos, debido a la dificultad de la actividad o por diversos factores, debemos optar por otros estímulos adicionales que nos ayuden a que los niños y niñas de la clase se esfuercen en realizar un trabajo que más tarde tendrá su premio.

Hoy queremos mostrar un ejemplo de lo descrito anteriormente. Nuestros alumnos tienen dificultades en muchos momentos de su vida, por lo deben trabajar el doble en casi todas las actividades o momentos del día. Uno de esos momentos es la hora de la comida; muchos de ellos/as necesitan de un enorme esfuerzo para realizar este hábito que para casi la mayoría de las personas es un momento bueno y placentero, pero que para los chicos/as no es así debido a las dificultades que les genera la deglución de los alimentos.

Por este motivo fue por lo que pensamos que aparte de otros aspectos como puedan ser, entre otros, la anticipación del momento de la comida, la buena presentación de la misma y el ambiente en el que se desarrolla, y un largo etc, algo muy interesante y motivacional para los niños/as del aula podría ser un premio al final de cada comida bien realizada, es decir, que los chicos/as se esforzaran por comer mejor, colaborando y no rechazando el alimento, que siguiesen las instrucciones dadas por el adulto para así conseguir una mejor deglución del mismo, que viviesen este momento de forma positiva,...
El premio o recompensa elegida en este caso fueron un álbum de fútbol y otro de animales. Todos los días, después de la comida, si el niño/a ha comido bien, esforzándose en hacer de forma correcta lo que se le indica, elige un cromo, lo buscamos entre todos en el álbum y después de localizar el lugar correspondiente del cromo lo pega.

Adicionalmente, la utilización del álbum, nos facilita  trabajar otros aspectos: numeración, nociones espaciales (arriba-abajo, derecha-izquierda, delante-detrás, al lado,...), colores; favorece la memorización, la atención,... pero sobre todo y lo más importante es que conseguimos todo lo mencionado anteriormente de una forma lúdica y motivadora.

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